Foto - Proveniente de Argentina - Época: Primera oleada migratoria

Año Aproximado: 1,878

Proviene de: Resistencia - Argentina

Relación parental: Otro

Otros apellidos relacionados:

Anécdotas / detalles / etc: DON LINO LESTANI

En éstos primeros días del mes de Febrero, hemos estado recordando a quienes fueron los primeros inmigrantes que pisaron el suelo que con el tiempo, constituiría la capital de la provincia del Chaco, la Ciudad de Resistencia, el tiempo, inexorablemente va haciendo dudar de los nombres y de las fechas de quienes arribaron hace 139 años a éstos lejanos lugares, y para despejar solo algunas de esas dudas, nada mejor que transcribir las opiniones de quién fuera, aunque muy joven por entonces, uno de esos pioneros, entrevistado en el año 1951 por quienes redactaron el “Libro de Oro de la Asociación Italiana de S.M.” al cumplirse 60 años de su constitución, don Lino Lestani, de él se trata, contaba para entonces con 80 años de edad y al arribar con su familia a éstos remotos lugares tenía solo 6, pero su buena memoria nos permite revivir aún hoy, los difíciles momentos que pasó el grupo familiar, arribado a nuestro joven país, para mejorar la difícil situación que toda Europa, y especialmente muchas zonas de Italia atravesaban por entonces. Es por lo tanto interesante recordar, no solo sus nombres, barcos en que arribaron, fecha en que desembarcaron y otros detalles, sino también como vivieron en esos momentos fundacionales, sus problemas, dichas y desdichas, narradas por uno de sus protagonistas, “porque resulta interesante escuchar, cuando todavía es posible, a los que estuvieron en intimo contacto con tales hechos y más cuando esos hombres participaron activamente en dichos acontecimientos o acompañaron, por lo menos, a quienes bajo una u otra forma, los protagonizaron”, comenzamos así nuestro relato, obtenido y sintetizado del Libro de Oro citado.

Adquiere especial valor la palabra de quién, a la edad de seis años, integró el contingente intrépido que, salido de las lejanas tierras del Fruli, se internó en la hosquedad salvaje de nuestra selva para domesticarla con el trabajo e incorporarla al acerbo de la civilización.

El entonces niño es hoy (año 1951) el venerable octogenario que vive entre nosotros, don Lina Lestani, quién en pleno goce de una envidiable lucidez mental, más que una tradición, es la historia viva, palpitante, de aquellas horas que, en particular para sus familiares, fueron dolorosas hasta más allá de la adversidad. Desfilan durante la conversación, episodios, conocidos unos, ignorados otros y olvidados los mas, y que sin embargo convergen para hacer revivir aspectos salientes de la gesta colonizadora del entonces temido “desierto verde”.

El accidentado viaje de dos meses en el buque “Norte América”, alcanza características más que dramáticas. Entre los inmigrantes que transporta la nave están las setenta familias friulanas del primer grupo destinado al Chaco. Integran ese núcleo don Juan Lestani su esposa, Dominga Floriani, acompañados de sus cinco hijos menores de edad, Antonio, Enrique. Emilia, Lino y Bienvenida. A la mitad del viaje, en ese barco lleno de incomodidades y desprovisto de elementos sanitarios adecuados, estalla, agravada por sus complicaciones, una violenta epidemia de escarlatina. Sucumben cientos de niños, cuyos cuerpos, ante la desesperación de sus padres y la consternación del pasaje, son arrojados, diariamente al mar. La situación se prolonga hasta llegar a Buenos Aires donde todos reciben adecuadas atenciones médicas, siendo hospitalizados los enfermos. En estas circunstancias, no pudieron a pesar de los cuidados que se le prodigaron, rehabilitarse a la pequeña Emilia que fue así, la primera en enlutar a los Lestani, luto que se ha de ensañar, y por largo tiempo con este matrimonio, en cuyas crueles vicisitudes se reflejarán las que en distintas formas, tuvieron que padecer la mayoría de las familias a las que el Chaco les debe el origen de sus actual grandeza.

A los pocos días de llegar a Corrientes, pierden los Lestani a su hijo mayor, Antonio, que contaba por entonces diez y seis años. Con el alma destrozada continúan con los demás inmigrantes hacia su destino, y el 2 de Febrero de 1878, desembarcan en San Fernando, donde, ayudados por algunos indígenas levantan con adobe y paja, sus humildes viviendas.

Aquí, en medio de la agresividad de los bosques primitivos, fallece al poco tiempo, la hija menos, Bienvenida, siendo la suya la primer inhumación que se efectúa en el antiguo cementerio de Resistencia, ubicado en partes de lo que es ahora el “Parque 2 de Febrero”.

La tragedia familiar no había terminado todavía. Antes de los cuatro meses del arribo a San Fernando, al cruzar una laguna que mediaba entre las viviendas construidas y lo que era la “proveeduría”, instalada por el gobierno nacional para atender las necesidades de los inmigrantes y adonde se dirigía el Sr. Lestani, se provoca una herida que le ocasiona una infección tetánica que causa a los pocos días su deceso.

Doña Dominga y sus dos pequeños hijos, Enrique y Lino fueron los únicos sobrevivientes de aquel hogar que, atraído por las seductoras perspectivas de la tierra americana, había abandonado hacía apenas medio año su pueblo natal, Madrisio, de la provincia de Udine. Duro precio cobró el Chaco a éstos pacíficos conquistadores, el derecho de pisar su suelo bravío.

EL RIO NEGRO:

Como queriendo sustraerse a tan ingratos recuerdos, don Lino Lestani, haciendo uso de su lúcidos recuerdos pasa ahora a referirse a nuestro viejo curso de agua, cuya corriente se había reducido ya en la época de la entrevista, y que en épocas de bajas precipitaciones podía cruzarse su lecho a pié. Manifiesta que para aquellos lejanos tiempos, dicho curso de agua era profundo y caudaloso, configurando la mejor vía de comunicación entre Corrientes y San Fernando, surcado por barcos de hasta cuatrocientas toneladas, los que se internaban en él para cargar rollizos, cueros y otros artículos que constituían por entonces un animado comercio. Recuerda que en una ocasión la goleta “Bikestar”, aprovechando una creciente, llegó hasta Puerto Vicentini cargando setecientas toneladas de productos de la zona.

Refuerza estos interesantes datos agregando que en el lugar ocupado en la actualidad por el Club de Regatas Resistencia, se hallaba instalado un bien equipado astillero. En el mismo se construyó una embarcación que al ser botada en una importante ceremonia, y en homenaje al por entonces Gobernador del Territorio, se le dio su nombre, “Antonio Dónovan”.

LAESCUELA:

Volviendo sus recuerdos a sus años infantiles, el Señor Lestani dice que frecuentó la primera escuela que se habilitó en la incipiente colonia, que tenía por local el galpón done mencionara anteriormente que funcionaba la “proveeduría”, al que se lo denominaba “Agüicho”, era maestro de la misma el señor Dudivier, quien ejerció poco después las mismas funciones en la escuelita levantada por el Coronel Avalos junto a su casa en la zona del triangulo, en ambas escuelas tuvo don Lino por compañeros de bancos a Santiago Pereno, Santiago Borelli, Santiago y Tobías Bravo, (los tres últimos vivían aún en el momento de la entrevista), pertenecientes todos a familias llegadas allí en 2 de Febrero de1878, recuerda también que la escuela, bajo la dirección por entonces de don Julio Tort, un maestro español, fue trasladada al modesto edificio construido para tal fin por la comuna, en el predio donde se encuentra actualmente la Casa Parroquial, próximo a donde posteriormente se construyó la Escuela Nacional Nº 1-Benjamin zorrilla.

Desmembrada por lamentables situaciones la familia, don Lino cuenta que a los ocho años se empleo con el señor Rodolfo Molina, un porteño que había instalado un comercio para abastecer a las tropas de “línea”, posteriormente dejó esa tarea para trabajar por varios años en el almacén y fonda de don Jerónimo Rivas. Buscando su destino fue encargado de la proveeduría que Juan María Rossi había instalado en su aserradero “La Liguria”, donde se proveían de todo lo necesario no solo el personal que trabajaba en el mismo, sino que además abastecía a los productores agrícolas y ganaderos que se estaban afincando en la zona rural.

Desfilan por su memoria varias otras personas llegadas en aquel primer contingente, citando entre ellos a Santiago Bravo y su señora Ana, a Antonio Zampa y su esposa Dominga y cita en especial al señor Pedro Foschiatti, quién después de permanecer por un tiempo en la colonia en formación, se trasladó a la constituida en Margarita Belén donde se afincó y donde aún permanecen algunos de sus descendientes.

Si reflexionamos un poco, debemos entender que en nuestra breve historia se encuentran hechos y acontecimientos que son a absolutamente particulares y propios de cada familia y de cada individuo, hemos tomado en éste caso el de una de ellas para visualizar, a través de simples acontecimientos lo que representaron las vidas de personas simples que habitaron nuestra zona agreste y que conformaron el material humano, social y económico de nuestra ciudad capital. Somos lo que somos, porque venimos de dónde venimos”. Quienes nos precedieron marcaron el camino y aún muchos descendientes de los pioneros continúan poblando nuestro Chaco, ignorando tal vez, que hicieron y como vivieron sus ancestros.

No me consta, pero tal vez don Lino Lestani haya sido el tío o el padre del distinguido profesional médico, el Doctor Arturo Lestani, nacido en el año 1915 en Resistencia, Según cita nuestro siempre querido Dr. Domingo Ameri en su libro “Historia de la Medicina en el Chaco”. Algún familiar podrá informarnos sobre esto. Arturo se especializó en Traumatología y fue copropietario con otros distinguidos profesionales, del actual Sanatorio Chaco, y adquirido oportunamente a su anterior propietario el Doctor Luis Gobi, otro hombre de bien de quién también como de otros muchos, debemos enorgullecernos y no olvidarlos.

Esta, y otras notas que he publicado para nuestro grupo, fueron tomadas y sintetizadas, como dijera, del “Libro de Oro” de la Asociación Italiana de socorros mutuos de Resistencia, editada por el señor Francisco Bueno, estando a su cargo la dirección, recopilación y compaginación de su contenido y fue impresa en “Editorial Corrientes SRL”, el 10 de Julio de l952.

Un poco extenso?, lo siento, así es una vida.

Agradecemos la donación de Lino Lestani